Actualmente, vivimos en un entorno competitivo, en dónde los consumidores están expuestos a demasiada información y opciones, por lo que crear un elemento diferenciador es indispensable para sobresalir de los demás. Es aquí dónde entra el branding, que busca dejar una huella imborrable en la mente y el corazón de los consumidores.
En la actualidad, el objetivo número uno de las marcas debe ser construir relaciones a largo plazo y vínculos emocionales con los consumidores, porque los clientes están cada vez más dispuestos a pagar el precio si se trata de una buena marca, y permanecerán leales mientras se les proporcione un verdadero valor, tanto en términos de funcionalidad como de emoción.
Contar con un buen branding te permitirá no solo obtener reconocimiento mediante elementos visuales y de comunicación, también le dará al cliente una idea de lo que puede esperar de tu marca.
Tener unificada la comunicación tanto de manera interna como externa, nos permite crear una coherencia de marca que unifique la imagen de la empresa en todos los canales, lo que a su vez nos permite alcanzar los objetivos esperados más fácilmente.
Al desarrollar tu branding también estás haciendo una inversión a largo plazo, pues si consigues posicionar tu marca en el mercado podrás convertir tu empresa en una oportunidad de inversión más atractiva, lo que aumentará su valor comercial.
Crear confianza en las personas es algo indispensable para convertirlos en clientes, y después fidelizarlos, por lo que al crear una conexión entre toda tu comunicación será más fácil generar esa seguridad que ellos necesitan. Es más probable que las personas quieran hacer negocios con empresas que tengan valores y una esencia definida, y sepan cómo proyectarlos.
Recordemos que el branding va más allá de ser solamente un logo; desde el tono de voz, la personalidad de la marca, los elementos gráficos y visuales que se suben en redes, hasta los documentos internos de una empresa, todo esto debe estar incluido dentro del mismo lineamiento para definir una imagen de marca.
Las empresas deben responder a las tendencias sociales y seguir el ritmo del mercado, ya que los consumidores de hoy en día ya no se conforman con tener un producto bonito y funcional, buscan conversaciones genuinas y quieren sentirse identificados y representados por sus marcas. Los negocios que no entienden esto tienden a desaparecer o dejan de ser relevantes para sus clientes.
Marcas de todos los giros, desde belleza hasta alimentación, han logrado posicionar su marca gracias a un branding poderoso. ¿Quién no reconoce el famoso: “¡A que no puedes comer solo una!? ¿O sabe reconocer un McDonalds a simple vista? Esto y más es la magia del branding.
Con un buen uso de esta herramienta, también puedes proyectar ese lado humano de tu marca, con el que tus clientes puedan crear una relación emocional más fácilmente que con una empresa como tal. Así será más fácil que tu marca sea la primera que se les venga a la mente cuando reconozcan una necesidad que cubra tu servicio.
Detrás de un buen branding hay una investigación, un proceso creativo y de desarrollo que encuentra la fórmula perfecta para transmitir el mensaje correcto en el formato adecuado. Así podremos despertar esos sentimientos, y sensaciones que queremos relacionar o adjudicar a nuestro modelo de negocio.
Por si fuera poco, al aplicar el branding en los procesos internos podemos mejorar la conexión que nuestros colaboradores con la empresa, lo que les dará un sentido de pertenencia y nos ayudará a ir todos en la misma dirección.
Mostrar en todos los canales la personalidad e imagen de nuestra marca creará esa cercanía y familiaridad que son tan necesarias al momento de aumentar los clientes, pues facilita la comunicación sintética de los valores, la filosofía y las características de la empresa.
Ya pasó el tiempo en el que todo lo que necesitabas un cartel afuera de tu negocio para que identificaran tu marca, ahora es crucial unir tanto los canales físicos como los digitales bajo una misma imagen para así poder crecer y alcanzar nuestros objetivos.
Antes de comenzar a desarrollar tu marca, pregúntate; ¿Cuál es la esencia de mi negocio? ¿Cómo quiero que los demás me perciban? Es tan solo el primer paso para crear un branding exitoso.
No dejes que tu marca se vea como el resto, recuerda que si no hay un diferenciador es más difícil que piensen en ti en su proceso de compra. Ya sea de una marca personal o comercial, contar con un branding te dará las instrucciones para que cada elemento haga clic y refleje la verdadera esencia y propósito de tu negocio.
Recuerda la frase de Walter Lando: “Los productos se crean en las fábricas, las marcas se crean y viven en la mente.”